domingo, 13 de enero de 2019

Al hilo de... Cuando la ropa destruye el planeta. Alejandro Tena

Se nos tiene planteado el consumo para que lo hagamos continuamente, enlazando con habilidad distintos períodos, con distintos nombres y con distintas ofertas, y con el mismo resultado: consumir... muchas veces por consumir. Si se han introducido viernes negros, ciberlunes y ampliando y potenciado grandes períodos de consumo, como la Navidad -Papá Noel incluido- los clásicos de siempre siguen ahí, con más fuerza todavía, casi con frenesí: las rebajas de Enero tocan ahora, haga falta o no lo que se compra.

Y la estrella en las rebajas de Enero siempre ha sido la ropa; ropa cada vez más barata, porque es fabricada más lejos, en lugares con normativas de salud y protección medioambiental escasas, con salarios y energía más barato aún. Y como es barata, compramos más, nos la pongamos más o menos, nos la pongamos o no...
Resultado de la ecuación, el de siempre: más contaminación, más emisiones de CO2 -con larguísimos viajes de ida y, muchas veces, de vuelta-... Una pesada carga más para el planeta en buena parte innecesaria y que crea una riqueza restringida -argumento que todo lo justifica.

Alejandro Tena, periodista e historiador, habitual de Diario Público y de vozparalela.es lo relata claramente en este artículo:


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hidrógeno verde, una revolución que cambia poco

La primera vez que escribí en Raíz y Rama fue en 2020 y lo hice sobre el coche eléctrico, entonces y ahora uno de los baluartes de la tra...