Hoy, domingo electoral, es un buen día para decir ésto: me empezaré a creer que los políticos se interesan realmente por el medio ambiente y el cambio climático cuando en esos debates a cuatro, o cinco -o quizá más-, uno de los bloques temáticos sea exclusivamente "Medio ambiente" o "Cambio climático" y debatan durante su duración con el mismo encarnizamiento e interés que sobre Cataluña o la corrupción de los partidos, por ejemplo.
Es cierto que en esta última campaña se ha incluido el cambio climático junto a otros asuntos en un sólo bloque pero no mucho más que para cumplir y hablar un ratito, sin quitar tiempo a otras "grandes cuestiones"
Por otra parte, no creo que ninguna de las fuerzas relevantes que concurren hoy a las elecciones quiera, sea capaz o se atreva a realizar, si llegara a gobernar, el profundo cambio que nuestra sociedad y nuestro país necesita para parar ésto. Demasiados intereses en juego, demasiado "clientes-votantes", cada uno de su padre y de su madre, que hay que contentar para que te sigan votando.
Pero, última reflexión, ¿se lo podemos reprochar? No del todo. Podemos reprocharles su hipocresía, diciendo que van a hacer lo que saben que no van a hacer -como en tantas otras cosas- pero, al fin y al cabo, un gobierno debe hacer lo que es necesario y lo que la sociedad le demanda.
¿Demanda nuestra sociedad un cambio radical que proteja el medio ambiente? ¿Está dispuesta nuestra sociedad a luchar abiertamente contra la contaminación, relegando el uso y abuso del coche? (Recordemos sólo todos los problemas que da dejar sin circulación un trocito de Madrid) Como ésta, podemos hacernos muchas más preguntas.
Mañana, salga lo que salga hoy, toca seguir intentando, cada cual como pueda, que todo no vaya a peor.
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