En
mi libro cometo la osadía de hablar del futuro. Sin alejarme muchos años del
presente –una reiteración habitual cuando se habla de lo porvenir en cuestiones
medioambientales que considero un error- planteo la que se nos viene encima
buscando mostrar, como es el objetivo del libro, las maneras en que siendo
respetuosos con el medio ambiente éste nos puede resultar fundamental para
enfrentarlo.
Lo
hago apoyándome en una sencilla operación aritmética que creo que es
irrefutable –se basa en datos que casi nadie discute- y efectiva –como he
comprobado al contarla en entrevistas o explicando el libro-: cada vez
disponemos de menos recursos, cada vez somos más gente para consumirlos y cada
vez cada una de nosotras consume más.
Pero
leyendo aquí y allá, una excelente manera de mejorar cualquier planteamiento,
he llegado a la conclusión de que me dejé un sumando fundamental: cada vez
vivimos más… lo que complica más aún la situación.
Obviamente
vivir más tiempo es una aspiración natural y su realización un logro que se ha
ido consiguiendo a lo largo del tiempo pero aquí simplemente se está tratando
de dibujar una aproximación al futuro que nos llega para poder enfrentarlo de
la mejor manera posible.
Y
sí, no hay duda, cada vez vivimos más años –lo que, lógicamente, implica
necesitar más recursos naturales- y el
crecimiento se acelera. Entre 2000 y
2015 la esperanza de vida, de media a nivel mundial, creció en 5 años. Quien
naciera en 2015 tiene, en principio, una esperanza de vida de 71,4 años de
media; si fue una niña, la esperanza de vida es de 73,8 años y si fue un niño,
69,1 años.
Podemos
pensar que ese aumento de la esperanza de vida es algo reservado al primer
mundo –Europa, Norteamérica y Japón, principalmente- pero no es así y, en
definitiva, cada ser humano nacido en 2015 tendrá la posibilidad de vivir más
años que si hubiera nacido en 2000, por lo que la Humanidad demandará más
recursos aún para ofrecerle una vida digna. Por supuesto, la esperanza de vida
no es igual para todo el mundo y mientras en nuestro país podemos superar los
80 años en el África subsahariana apenas tienen esperanza de llegar a los 60 (1)
Esto
último quiere decir que los seres humanos que más agua, carne o
energía consumen (2) (3) (4) son los mismos que van a estar más años consumiendo.
En
definitiva, mi famosa operación aritmética –famosa al menos para mí- se
complica y la necesidad de utilizar bien los recursos que nos quedan o no
reducir las posibilidades de seguir produciéndolos –para lo que la protección y
conservación del medio ambiente es imprescindible- resulta cada vez más
necesaria.
(2) www.ambientum.com/enciclopedia_medioambiental/aguas/el-consumo-de-agua-en-porcentajes.asp
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