Visto el clima político actual, donde se inventan o magnifican problemas por puro interés personal u odio enquistado y se arrinconan noticias realmente graves, este titular puede equivocar a la posible lectora... pero para eso es lectora y si sigue leyendo comprobará a qué invasiones me refiero: a las que ignoramos y son realmente graves.
Las especies invasoras no dejan de adentrarse en nuestro territorio y provocar cuantiosos daños. Le ha tocado ahora a Tenerife, donde unas termitas de origen americano empiezan a extenderse por sus viviendas causando cuantiosos daños.
La cosa, como en otras especies invasoras, no viene de ahora. El primer "brote" se detectó y, al parecer, se controló en 2010. La mala prensa que podía dar a las viviendas en cuestión parece ser que tapó el incidente. Si a ello unimos la habitual inacción política, nombrando una comisión que no hizo nada -"la mejor manera de no solucionar algo es nombrar una comisión para que se ocupe de ello", dijo hace unos años un conocido político español- han deparado que reaparecieran en 2017 y ahora ya está lo suficientemente extendida para que se comience a actuar.
Como siempre, repetir que ignorar a la naturaleza y no proteger al medio ambiente es carísimo. De momento ya está previsto gastar 5 millones de euros -y desde el principio se cree que como mínimo hará falta el doble- en tratar de atajar la plaga -por cierto, con insecticidas, claro, que no estarán exentos de daños colaterales.
Mientras tanto, políticos y politiquillos hablarán en los próximos días hasta la saciedad de los problemas que de verdad importan a la gente... ¿cómo que se te caiga la casa encima?
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