¿Quién no ha visto algún anuncio, alguna oferta en la que te venden u ofrecen algo que favorece el calentamiento global pero en el que se comprometen a compensarlo con, por ejemplo, plantar los árboles necesarios para que las emisiones de CO2 que tu compra va a producir se queden en nada? ¿Quién no ha leído firmes compromisos de grandes o no tan grandes empresas de para tal o cual año tener cero emisiones netas de CO2? Pues no te creas nada, que es el último invento y la penúltima falacia sobre emisiones de CO2 para seguir haciendo lo mismo y que no lo parezca.
Doreen Stabinski, licenciada en economía y doctora en genética, lo explicaba muy bien en una entrevista en Ballena Blanca en diciembre pasado.
Lo de cero emisiones netas es una manera de que compres o hagas algo que va a producir emisiones de CO2 y contribuir al cambio climático sin ningún cargo de conciencia ni reflexión porque te crees que esas emisiones no van a sumarse al planeta, ya que se van a compensar. Seguirás haciendo lo mismo y pensarás que la naturaleza no se verá afectada. Pero no es así.
A nivel de tu compra: si el coche que te vas a comprar emite tantos kilogramos de CO2 y esa cantidad es la que absorben cinco árboles, por ejemplo, la empresa que te vende el coche plantará cinco árboles y todos tan contentos. Podíamos empezar por preguntar qué emisiones se están calculando: ¿las que se supone que emitirá el coche circulando durante una determinada vida útil, las que se emiten construyéndolo, las que se emiten extrayendo y transportando los materiales de que está hecho, las que se emiten gestionando sus residuos cuando ya no es útil? Una vez aclarada cual es la cantidad real de emisiones de CO2 hay que pensar que éstas se mantendrán en la atmósfera durante, al menos, unos cien años... Necesitaremos entonces que esos árboles que van a absorber la cantidad calculada de CO2 vivan ese mismo tiempo porque si son cortados, se queman o acaban secándose, o no absorberán esas emisiones o, aún peor, expulsarán a la atmósfera todo lo acumulado.
A nivel de emisiones mundiales: defendiendo cero emisiones netas como alternativa para acabar con las emisiones de CO2 a nivel global, la técnica casi llega a ser perversa. Habría que plantar millones y millones de kilómetros cuadrados de árboles -que no de bosques-, cuando esos árboles hubieran atrapado el suficiente CO2, se quemarían, se capturaría el CO2 que emitieran y se enterraría. Para empezar: ¿cuánto terreno planetario se necesitaría para plantar tantos árboles? Sea cual sea, y seguramente no habría tanto disponible, no cabe duda de que habría que perder para el cultivo -y la alimentación- enormes superficies planetarias y además expulsar de sus lugares de residencia y vida a millones de personas -empezando, para variar, por pueblos indígenas que normalmente apenas emiten CO2-. Algo parecido ocurriría con la superficie necesaria para guardar tanto CO2 -dos subcontinentes indios, por ejemplo.
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