miércoles, 31 de enero de 2018

Apuntes para un libro vivo. El medio ambiente y la pobreza

Uno de los objetivos -y casi obsesiones- de mi libro es que se deje de ver al medio ambiente como un ente ajeno a nuestra vida, desconectado de lo que nos pasa que, en el mejor de los casos, hay que cuidar y respetar por él mismo. De poco sirven los esfuerzos para conservarlo si no nos damos cuenta de que vivimos y formamos parte de él y, por lo tanto, todo lo que le hagamos, bueno o malo, nos lo estamos haciendo mucho más directamente de lo que creemos.

De la misma manera, mi libro va de problemas y soluciones y uno de los problemas que trata es uno de los mayores de la Humanidad: la pobreza, alimentada en muchos casos, sino casi siempre, por un medio ambiente deteriorado, por una naturaleza sometida a nuestro beneficio particular y habitualmente esquilmada por lo que, conservar el planeta significa luchar contra la pobreza.

Así lo vienen entendiendo varias organizaciones de la Iglesia Católica unidas en la iniciativa "Enlázate por la Justicia" que apoyadas en la Encíclica del Papa Francisco, Laudato Sí, promueve la campaña "Si cuidas el planeta, combates la pobreza", relacionando directamente la crisis social y la ambiental ("no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental") y reivindicando la necesidad de un cambio de modelo económico ("...el modelo de desarrollo económico, basado en el crecimiento del consumo, es insostenible con el ritmo y la capacidad del planeta. Además, genera desigualdad social y quebranta los derechos de las personas más vulnerables, especialmente en aquellos países menos desarrollados que padecen la lucha global por los recursos naturales que son considerados estratégicos")




miércoles, 24 de enero de 2018

Los libros de mi libro. El fin del petróleo

Paul Roberts es un periodista de investigación que visita personalmente la fuentes de información y cuenta las cosas desde la objetividad.

En El fin del petróleo nos cuenta lo que ya ni siquiera dudan los que viven de él: el petróleo se acaba, por eso los "petroleros" se van pasando a las "renovables", el coche eléctrico o el gas... o a la construcción. El correctamente llamado oro negro tiene sus años contados y su pico de producción -el momento máximo de producción tras el cual ésta declina- está cercano o, incluso, ya se ha llegado a él.

Ha pasado el tiempo del petróleo fácil, barato y abundante. Cada vez cuesta más encontrar nuevos yacimientos y en los que se explotan resulta más difícil obtener el crudo. Al mismo tiempo, controlar la energía da poder, lo que lleva a sucesivas crisis y tensiones que cada cierto tiempo desembocan en terribles conflictos de consecuencias imprevisibles.   

Ese final no impide que lo sigamos consumiendo como si fuera inagotable y pese a las terribles consecuencias que su quema tiene para el medio ambiente y nuestra propia vida.
Estamos enganchados a él como a una droga dura, matamos y morimos por poseerlo pero, queramos o no, lo tenemos que dejar... ¿Sabremos dejarlo, cuanto antes, en una transición rápida y no traumática? ¿O será él el que nos deje, con un mundo sufriendo el cambio climático y sin haber sabido adaptarnos?

jueves, 11 de enero de 2018

Apuntes para un libro vivo. ¿Combustibles alternativos?

El programa de Radio 5 Entre paréntesis emitía ayer un interesante reportaje que en seis minutos daba un repaso esclarecedor sobre la movilidad sostenible... o cómo seguir haciendo lo mismo pero emitiendo menos CO2 y contaminando menos.
El reportaje dejaba claro por dónde siguen yendo los tiros a la hora de desplazarnos en las ciudades: combustibles alternativos... se entiende que a los combustibles fósiles y sus consecuencias. Pero las alternativas que se presentan son la electricidad, el gas natural y el autogás -mezcla de propano y butano. 

Los coches eléctricos consumen electricidad que debe ser producida mediante algún tipo de combustible -petróleo, carbón, gas, energía nuclear, solar fotovoltaica...- Sólo podríamos hablar de "alternativa" si la electricidad que consumieran esos coches proviniera de energías de fuentes renovables.
El gas, sea natural, propano o butano emite CO2 aunque menos que la gasolina (15%) o el diesel (10%) (1) De ninguna manera se puede hablar de "vehículos de cero emisiones o muy muy bajas emisiones" que nombra en el reportaje el presidente de la patronal de los fabricantes de automóviles (ANFAC) o el "combustible ecológico" como se refiere al autogas la representante de REPSOL AutoGas.
La alternativa de estos combustibles sí es real en cuanto a la contaminación ya que con ellos se reduce totalmente -coche eléctrico- o de manera notable -distintos tipos de gas-(2) si nos centramos en las ciudades por donde ruedan estos vehículos y obviamos los centros de producción de estos combustibles.

Se percibe en las declaraciones, más que un interés por reducir la contaminación o

Hidrógeno verde, una revolución que cambia poco

La primera vez que escribí en Raíz y Rama fue en 2020 y lo hice sobre el coche eléctrico, entonces y ahora uno de los baluartes de la tra...