domingo, 12 de mayo de 2019

Apuntes para un libro vivo. El único animal que tropieza mil veces en la misma piedra

Esta semana se conocía un dato medioambiental positivo y sorprendente sobre nuestro país: las emisiones de CO2 había descendido un 3% respecto al año anterior
Estamos acostumbradas a este tipo de noticias solamente cuando la economía va muy mal, cuando tenemos que recortar en los gastos domésticos y gastar menos electricidad o la actividad productiva va de capa caída... No era esta vez el caso.
No obstante -los ecologistas, siempre buscando lo negativo- escaldadas, hay que poner esta noticia en cuarentena y esperar quizá otras que maticen o que no hagan el dato tan brillante.

Pero al margen de esto conocía -porque la noticia tenía orígenes antiguos- algo que se viene fraguando, que hace bajar esa moral moderadamente subida con la noticia anterior y que trae negros nubarrones, no precisamente de lluvia.
¿Recordamos el boom inmobiliario, los insensatos e insostenibles macroproyectos de campos de golf en eriales, de miles de viviendas, de casinos en desiertos rodeados de lagunas artificales? ¿Toda aquella locura, tan cercana, que llevó entre unas cosas y otras a este país y a la mayoría de su gente a una terrible crisis económica?
Pues si lo recordamos, parece que sirve de muy poco porque se está fraguando, nada más y nada menos que... ¡Elysium City! 

Un nuevo intento de supercomplejo insostenible
-lo repito, porque es así- de casinos, hoteles, campos de golf en un lugar deprimido en el que políticos y oportunistas sólo ven supuestos datos de creación de empleo y riqueza.
Esta vez le ha tocado a la siberia extremeña. Castilblanco,
Badajoz, cerca de un embalse del maltratado río Guadiana. Ahí piensan construir de todo: centro de hípica, pabellón de caza, islas flotantes, sala de conciertos... ¡un estadio de fútbol!, casinos, torres residenciales, islas flotantes... y un parque solar, que no se olvidan del medio ambiente. Todo ello con el apoyo del partido gobernante, el único que parece creer en algo semejante.
A cambio 60.000 empleos, miles de millones de inversión, millones de visitantes... supuestamente, insisto, porque estamos asfixiadas de tanto humo como nos venden.

Solamente ver la recreación de lo que quiere ser aquello pone los pelos de punta ante tanta insensatez y tan poca memoria y hace desconfiar un poco más del ser humano... o de muchos seres humanos.
Si no, al tiempo.


Nota.- Elíseo: "Lugar delicioso, especialmente aquel adonde, según la mitología, van los justos después de su muerte"

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