domingo, 30 de junio de 2019

Apuntes para un libro vivo. ¿Oportunismo?

Ponerse a hablar de calentamiento global, de cambio climático en plena y apabullante ola de calor puede ser considerado por muchos oportunista, si bien no se calificaría igual hablar de mala gestión económica cuando se solicita un rescate económico o crisis de empleo cuando aumentan exponencialmente las cifras del paro...
Pero bueno, bien, estamos acostumbradas a que lo relacionado con el medio ambiente sea siempre tratado con otra vara de medir.

Y de alguna manera, es cierto: esta ola de calor no es debida al cambio climático... ¿Sorpresa? No. Quien anda un poco al hilo de todo este asunto sabe que un hecho puntual no significa nada por sí mismo. Olas así siempre ha habido o si no han ocurrido, que ocurra una vez no quiere decir nada.
Pero volvemos a lo de siempre: si juntamos esta ola de calor -no voy a repetir datos, enlazo al final un excelente resumen de Santiago Sáez- como no se recuerda en junio -estamos al principio del verano... qué nos tocará que pasar, que se dice en mi tierra-, un febrero de temperaturas por encima de 20 grados, otro invierno suave... y lo sumamos a que los veranos más calurosos de los últimos tiempos se acumulan en lo poco que va de siglo y a tantos otros datos... ya tenemos algo.

Los científicos, los ecologistas locos, nunca nos habían dicho que el cambio climático nos fuera a calentar con 42 grados sin empezar julio... pero nos decían y nos dicen que el cambio climático aumenta los episodios climáticos extremos en número, frecuencia e intensidad. Y eso está pasando, punto por punto.
Pero no voy a eso -y espero que la paciente lectora haya llegado hasta aquí.
¿Quién va a relacionar estos aplastantes días de calor que estamos sufriendo con el cochazo nuevo que se ha comprado
y echa CO2... por un tubo? ¿O con ese aire acondicionado que te hacer echar de menos una chaquetilla? ¿O con esos centros de ciudades llenos de coches para comprar cosas -necesarias o no- que han recorrido medio mundo hasta llegar al escaparate?
Nadie. El hilo es demasiado largo, el hecho es demasiado pequeño... pero uno acaba en calentamiento global, en olas de calor extremo cada vez más frecuentes... y el otro suma junto a billones de pequeños hechos iguales para que pase lo que pasa.

Que siempre hay una razón para que algo ocurra, deberíamos saberlo ya -no somos niños-, que si nos quedamos en el momento, en no preguntarnos siquiera porqué ocurre lo que ocurre... las cosas seguirán ocurriendo, cada vez más y cada vez peor.
Hasta la próxima oportunidad de ser... oportunista, que no queda lejos, seguro.

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