No es la primera vez que lo comento en este blog ni será la última: la conversación del medio ambiente no puede ser una lucha aislada desligada de otras muchas. No podemos ser felices por utilizar prendas de algodón biológico si quienes trabajan en las plantaciones de algodón cobran sueldos de miseria, no podríamos estar satisfechos con un mundo con menos emisiones de CO2 si ese mundo está salpicado de guerras, no podemos dormir tranquilas si se ha conseguido un nuevo parque natural donde los elefantes están protegidos si el pueblo que vivía en el territorio que ocupa ha sido expulsado de allí previamente...
No podemos respetar el medio ambiente sin respetar a las personas, a los animales que no están en peligro de extinción... Precisamente los problemas medioambientales vienen de no respetar, de romper equilibrios, de primar a una parte sobre otra o sobre el todo.
Pero es más aún: si hablamos de conservar la naturaleza los pueblos que viven realmente en ella -los que menos culpa tienen en las barbaridades que le causamos, los que primero sufren las consecuencias de su degradación- son imprescindibles, porque desde siempre viven en y de ella, por ello la conservan, la mantienen, la protegen para ellos y para los que vendrán... como deberíamos estar haciendo el resto del mundo "civilizado"
De esto va la iniciativa de Survival, movimiento global por los pueblos indígenas, Guardianes de la naturaleza. Esos guardianes que habitan el 80% de las zonas con mayor biodiversidad del planeta, que son el auténtico freno contra monstruosos proyectos de deforestación, explotación minera... que se enfrentan, paradójicamente, a grandes organizaciones conservacionistas que, en muchos casos, han perdido el Norte de lo que es el conservacionismo.
Una iniciativa que ya dura años y que merece el apoyo de toda persona que se preocupa por el medio ambiente, la paz y los derechos humanos -de todos los humanos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario