domingo, 29 de septiembre de 2019

Al hilo de... Las cosas claras si queremos cambiar algo (I) Dossier de La Marea sobre crisis climática

Parece que se mueve algo en esto de frenar el deterioro medioambiental del planeta, más en concreto en lo referido al cambio climático -aunque todo va junto. La realidad hace ser muy escéptico, si se puede decir así, pero tampoco se trata de poner palos a una rueda que parece que se mueve algo.
En cualquier caso, vaya donde vaya este movimiento, no se puede permitir que se diluya o sólo sirva para "cumplir" por elevarse sobre los mismos errores de siempre. Es imprescindible tener algunas cosas muy claras, y decirlas claramente, si se quiere llegar a algo.

La Marea, en su número de septiembre-octubre publica un dossier sobre la llamada crisis climática que, además de por su calidad, merece destacarse porque deja algunas cosas muy claras y aporta ideas fundamentales para que esto "tire". Le dedicaré tres entradas en este blog -aún sabiendo que casi nadie lo va a leer- porque contiene artículos de subrayado casi continuo.
En el de hoy, me centraré en el artículo de Andreu Escrivá, doctor en biodiversidad.

Por un lado el autor nos alerta de actitudes contraproducentes en las que es fácil caer:

-el catastrofismo, que califica tan malo como el negacionismo. Si está todo perdido, ¿para qué hacer nada? Es más, apunto, nos puede llevar incluso a liquidar lo que va quedando porque después no va a haber nada. Esto, claro, no quita decir las cosas como son.

-los plazos, esos que oímos de continuo... Nos quedan once años para evitar el desastre, con lo lejos que queda el 2030.

-la moda, que hace vestirse de verde a muchas empresas -a modo de fajas o postizos que disimulan el verdadero interior- y a mucha gente a calmar sus conciencias con un "me gusta" en facebook  o firmar alguna petición sobre algo que no practican

-el desarrollo sostenible, que lejos de cambiar algo, parece apuntalar lo que hay, al tratar de demostrarnos que podemos seguir con el sistema de producción y consumo que tenemos si introducimos ciertos cambios.

Destaco, para acabar, cómo este artículo pone en evidencia uno de los mayores y más recientes "postureos" sobre medio ambiente: las declaraciones de emergencia climática.

Porque si fuese una emergencia, el día a día cambiaría de forma radical y repentina, y el hecho de que no lo haga es el mejor alimento para la percepción, que todos compartimos en algún recóndito rincón, de que "ojalá no sea para tanto". Porque si es una emergencia, lo es de verdad; declararla y no actuar en consecuencia es la forma más violenta y degradante de arrebatarle todo contenido y poder transformador. No cometamos el mismo error que hace tres décadas.

No se puede ser más claro y atinado.
Termino esta pequeña entrada con el poema de Antonio Machado que da título al artículo, que también lo dice todo:

Hoy es siempre todavía,
toda la vida es ahora.
Y ahora, ahora es el momento
de cumplir las promesas que nos hicimos.
Porque ayer no lo hicimos,
porque mañana es tarde.
Ahora

domingo, 22 de septiembre de 2019

Al hilo de... Incendios y hamburguesas

Hace días veía una viñeta que explicaba lo que sucedía tras los incendios en la Amazonía -casi completamente olvidados ya- y cómo un joven se entristecía viendo las imágenes en su móvil mientras comía una hamburguesa.
Greenpeace relaciona las causas y causantes de esos incendios con multinacionales de las que muchísima gente son clientes: McDonald's, Burguer King y KFC
Las dos primeras obtienen parte de la carne que venden de Brasil y las tres alimentan a los animales que crían con soja procedente de ese país.
Toda esa producción no podría mantenerse sin la deforestación de la Amazonía, algo contra lo que se comprometieron a luchar estos tres monstruos del "fast food" y no han hecho, a diferencia de otras multinacionales.
Si alguien puede frenar la destrucción de la Amazonía son empresas como McDonald's, Burguer King y KFC pero seguramente eso implicaría su fin como tales porque, de alguna manera, venden deforestación, destrucción y gravísimas consecuencias para el planeta y quienes lo habitamos.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Apuntes para un libro vivo. Falacias que van cayendo

Corren tiempos en que las evidencias del deterioro medioambiental nos van golpeando en la cara y presentándose directamente en nuestras casas y en que las falacias contra las medidas de protección del medio ambiente y la naturaleza van cayendo, despeñándose más bien.

En la agricultura es frecuente recibir ese tipo de medidas -ahorro de agua, reducción del uso de productos químicos, racionalización de cultivos...- como acciones negativas para el sector  que acabarán reducción las producciones agrícolas y los ingresos de quienes trabajan en ello. Incluso se ha llegado a pensar que determinados problemas resultan beneficiosos -unas mayores temperaturas medias favorecen en determinados casos mayores cosechas o amplían el espacio temporal de cultivo hasta todo el año.
Siempre se ha tratado de explicar que esto no es así, que todo lo que ayuda al medio ambiente favorece a una agricultura razonable y sostenible.

En la principal zona vinícola de nuestro país, La Mancha, en los últimos años se han podido ver esos supuestos beneficios del evidente aumento de las temperaturas: grandes cosechas de uva por una reducción de heladas, entre otros factores -lo que ha provocado una saturación del mercado y hasta problemas de almacenaje.
Por contra, unas bodegas tan prestigiosas como Bodegas Torres están muy pendientes de los cambios en la naturaleza desde hace años y conocen las graves consecuencias que para la producción de vino tiene el evidente aumento de temperaturas -aumento del grado de alcohol, disminución de la acidez, fragilidad de los vinos, aceleración del envenjecimiento- por lo que llevan años con un proceso de traslado de sus viñedos a mayor altura para huir del calentamiento.

Las recientes publicaciones sobre adaptación al cambio climático hablan de una importantísima pérdida de valor de la agricultura española -hasta el 80%- a favor de países situados mucho más al norte, como Suecia, y a la necesidad de realizar cambios profundos -uno de ellos la racionalización de los riegos, eterna "exigencia ecologista".
Caen las falacias, la evidencia nos golpea, en muchos casos no hay marcha atrás, en todos, la cerrazón nos sigue acercando hacia el desastre.

domingo, 1 de septiembre de 2019

Al hilo de... La contaminación mata... pero más rápido de lo que creíamos

Sabido es, y repetido e ignorado, que la contaminación mata con mucha más efectividad que otros peligros de los que nos cuidamos mucho. Pero está asociada a efectos lentos e inapreciables...
El adjunto estudio -y la noticia- nos sorprende porque demuestra que, en muchos casos, para que sus efectos letales acaben con nosotras no hay que esperar años y años, especialmente en grandes urbes. El aumento de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5, que pueden penetrar en el torrente sanguíneo) aumenta los índices de mortalidad DIARIA.

"Ya no hacen falta más estudios para demostrar algo que es obvio. No buscar medidas para reducir el tráfico en las ciudades carece de sentido"

comenta un estadístico del CSIC, participante en la elaboración del estudio publicado en la prestigiosa revista científica médica New England Journal of Medicine. Lástima que tanta gente y tantos políticos no tengan la mala costumbre de leer.



Hidrógeno verde, una revolución que cambia poco

La primera vez que escribí en Raíz y Rama fue en 2020 y lo hice sobre el coche eléctrico, entonces y ahora uno de los baluartes de la tra...