Las selvas del planeta están amenazadas desde tantos lados que parece mentira que sigan existiendo. A los incendios, provocados por la avaricia o por la degradación medioambiental, se unen las talas que las arrasan con diferentes objetivos: la madera en sí, terrenos para alimentar nuestro creciente consumo de carne o pastos con el mismo fin, los minerales que cubren...
El asesinato a finales del 2019 de un líder indígena brasileño evidenció una constante silenciosa, que no atrae focos y que es terrible: las personas que defienden la selva arriesgando sus vidas.
Amenazas de madereros o buscadores de oro, recompensas pagadas a cambio del asesinato de los líderes locales, violencia impune.
La organización Survival es de las pocas voces que nos cuentan esta realidad directamente relacionada con nuestro modo de vida insostenible y nuestra sociedad de consumo, recientemente de celebración plena y en la que muchas veces el Estado y sus medios brillan por su ausencia y no les queda otra a estos vigilantes que actuar por su cuenta, con sus medios y con sus vidas de parapeto.
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