Estos momentos que estamos viviendo deberían servir para rectificar errores y evitar repeticiones. Por ello hay que aprovechar publicaciones serias que señalan la interrelación de la degradación medioambiental con muchas de las cosas malas que nos pasan, lo que no es ninguna novedad.
Invito a leer el artículo que enlazo, de un atinado periodista en estos temas, Alejandro Tena, sobre la relación entre hechos de esos que oímos hablar con frecuencia y nos parecen, en el mejor de los casos, problemas que ni nos van ni nos vienen -deforestación, tráfico de animales exóticos... tratar a la naturaleza como una mercancía, en definitiva- y otros como los que ahora nos ocupan.
Adelanto algunas frases relevantes, que aparecen en el artículo, de Fernando Valladares, doctor en Biología e investigador del CSIC:
"Simplificamos los ecosistemas, reducimos el número de
especies y perdemos biodiversidad. Esto hace que desaparezcan especies
intermedias que actúan como barrera, favoreciendo que estemos en contacto con
otras especies con las que nunca teníamos contacto y, por lo tanto, más
expuestos"
"Uno de los mensajes más importante durante esta crisis
es que la biodiversidad nos protege. Es algo que debe de quedar claro. Estamos
gastándonos una ingente cantidad de dinero en contener un fracaso, que es lo
que es el coronavirus, porque el éxito no es vencer la pandemia, sino que no se
produzca y para ello es necesario recuperar los ecosistemas y mantenerlos
intactos"
"Hasta ahora hemos conservado los ecosistemas por pura
ética, sin saber que estos ecosistemas nos protegen"
“Es la única forma (cambiar las estructuras sociales y
económicas) que favorecen la depravación de la naturaleza de conseguir que dentro
de un tiempo no llegue otro virus desconocido a las civilizaciones"
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