Ballena Blanca se hacía eco hace poco de un estudio que indicaba que mejor que limitar la entrada de vehículos al centro contaminado de una gran urbe es establecer un peaje que "desanime" de llevar el coche hasta la misma puerta del lugar al que nos dirigimos -lo que, además, nos ocupa decenas de horas al año de nuestro limitado tiempo dando vueltas- Demostrado está sus ventajas donde se ha aplicado:menos atascos, menos contaminación, ahorro económico para las empresas -unos 175 millones de euros en Barcelona, 187 en Madrid-, recaudación pública que puede redundar en inversiones en transporte público, etc. El coste para el usuario bien puede quedar compensado por lo que ahorrará con un tráfico más fluido y mayor facilidad para aparcar.
Como en otras actividades, no hay que descartar combinar diferentes alternativas. Ésta, precisamente, en Europa sólo cuenta con cinco ciudades que la utilicen: Estocolmo y Goteborg en Suecia, Milán y Palermo en Italia, y Londres. Por supuesto, siempre será mejor el transporte público, no lo olvidemos.